La Federación Nacional de Trabajadores del Petróleo de Chile rechaza absolutamente la entrega de nuevos bloques de exploración y explotación de gas y petróleo en Magallanes a empresas extranjeras, por parte del Estado de Chile y de Enap.
El pasado 9 de noviembre se anunció la toma de razón por parte de la Contraloría General de la República de los Contratos Especiales de Operaciones de Petróleo (CEOP) correspondientes a los bloques Flamenco e Isla Norte. En ambos casos, la Enap entregó, sin licitación alguna, el 50% y el 60% respectivamente de sus derechos en dichos bloques a Geo Park.
Los trabajadores de Enap nos hemos opuesto desde el principio a la entrega de bloques mediante el mecanismo de CEOP, porque los consideramos lesivos para la Enap y para Chile. Más aun cuando estos bloques consideran gran cantidad de pozos ya explorados y en funcionamiento gracias al trabajo de Enap.
Los Sindicatos de Enap hemos pedido insistentemente a la Contraloría que se pronuncie acerca del daño que dicha política implica para el patrimonio nacional, pero dicho órgano se ha escudado una y otra vez en la mera revisión de la legalidad formal de los contratos.
La solución al desarrollo de Enap no es seguir entregando sus activos, ni menos sus yacimientos y pozos, como se hace por la vía de los CEOP, sino que ayudando a la Empresa a salir de la delicada situación financiera en la que se encuentra producto de haber asumido una y otra vez la mantención de la matriz energética de Chile, sin recibir retribución alguna por ello.
En este sentido, como Federación hemos hecho un trabajo en el Congreso Nacional destinado a visibilizar los problemas de Enap y a construir viabilidad política para su solución. Así, conseguimos acuerdo de los Senadores de todos los sectores en la necesidad de capitalizar la empresa con recursos frescos y en la urgencia de eliminar el arancel a la importación de crudo que sólo afecta a la Enap. Sin embargo, un Gobierno que se ha caracterizado por su incompetencia y su negligencia en el manejo de las instituciones de la República no ha sido capaz de enviar los proyectos de ley respectivos y continúa entregando nuestro patrimonio a empresas extranjeras.
Los trabajadores y trabajadoras del Petróleo entendemos así, que nuestra política de diálogo no está dando los frutos esperados y nos ponemos en estado de alerta para evaluar las acciones a seguir.