Al menos 30 soldados afganos han muerto en una emboscada del grupo armado Talibán contra dos puestos de control del Ejército de Afganistán.
Los ataques tuvieron lugar en la provincia occidental de Badghis, según ha reportado el gobernador de la región, Abdul Qafoor Malikzai.
Los talibanes reivindicaron estos ataques en un mensaje enviado a los periodistas a través de la aplicación WhatsApp.
«Durante el alto el fuego, los talibanes enviaron informantes para recabar informaciones sobre las bases y planificar los ataques«, aseguró el jefe del consejo provincial Abdul Aziz Bek, quien ha confirmado el balance.
En octubre de 2001, tras los atentados del 11 de septiembre, una coalición internacional expulsó del poder a los talibanes. Diecisiete años después, estos últimos decretaron un alto el fuego inédito con las fuerzas afganas que estuvo en vigor de viernes a domingo de la semana pasada.
Se trata del mayor asalto perpetrado por la banda insurgente desde que terminó la tregua de tres días que se declaró con motivo de la festividad de Eid Al-Fitr, que marca el final del mes sagrado de Ramadán (calendario lunar).
Pese a que EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han aumentado el número de sus tropas para coadyuvar al “combate contra el terrorismo”, Afganistán es escenario de la violencia del grupo Talibán y de la creciente presencia de miembros de la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
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