Este sábado, Rusia acusó a Estados Unidos de haber entrenado a varios centenares de yihadistas cerca de un campo de refugiados en la ciudad de Al Hasaka, en el noreste de Siria, con el fin de lanzar una nueva ofensiva contra el Ejército de ese país.
De acuerdo a un comunicado difundido por el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, «bajo el mando de instructores estadounidenses de las fuerzas de operaciones especiales, se está creando una unidad llamada ‘Nuevo Ejército Sirio’ a partir de grupos desperdigados de terroristas».
La nota oficial añade que este centro de entrenamiento se encuentra en las inmediaciones del un campo de refugiados, ubicado a unos 20 kilómetros al noreste de la ciudad de Al Shadadi, en Hasaka. «Según los testimonios de refugiados que regresaron a sus casas, los instructores norteamericanos anunciaron que, cuando concluya el entrenamiento, las unidades serán desplegadas en el sur de Siria para luchar contra las fuerzas gubernamentales», agrega el comunicado.
Según las autoridades rusas, los refugiados aseguraron además que dicho centro funciona desde hace más de medio año, y es utilizado por la coalición internacional encabezada por Washington «como base de adiestramiento para los terroristas que llegan desde distintas partes de Siria» para combatir al régimen de Bachar al Asad.
La denuncia tiene lugar después de que el presidente ruso, Vladimir Putin proclamara la «derrota total» del Estado Islámico en Siria, y visitara, el lunes pasado, la base aérea rusa de Jmeimim en el país árabe, en lo que constituyó su primera visita a dicho territorio.
Agencias