«Si hay un ataque de los estadounidenses, los misiles serán derribados, incluso los sitios desde donde se dispararon los misiles», dijo el embajador ruso en Líbano, Alexánder Zasypkin, según la agencia de noticias Reuters.
Esto ocurre tras la decisión de Washington de no abrir una investigación por el supuesto ataque químico que se reportó en Duma (Guta Oriental, Siria) el pasado 7 de abril.
Negados a enviar expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), el presidente estadounidense Donald Trump ha dado la espalda a la propuesta de Rusia de abrir las puertas a una cuadrilla de investigadores, tras reunirse con el Consejo de Seguridad y militares de alto rango de su gabinete para cumplir con su promesa de hacerles pagar un precio.
Con esta acción Trump mantiene, de manera firme y contundente, su acusación contra Damasco y el supuesto ataque en Duma.
«Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, estarán llegando, bonitos, nuevos e inteligentes! ¡No deberías ser socia del Animal Asesino del Gas que mata a su gente y disfruta!», escribió Trump en su cuenta personal de laa red social Twitter, respondiendo a Zasypkin y refiriéndose al presidente Sirio Bashar Al Assad.
Con esta acción, expertos afectos al gobierno de Vladimir Putin aseguran que la intención no es otra que borrar las huellas del cacareado ataque químico posiblemente prepetrado por Estados Unidos y sus aliados.
«Los misiles inteligentes deben volar hacia los terroristas y no hacia el Gobierno legítimo que lleva años luchando contra el terrorismo internacional en su territorio», dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, según reseña el portal de noticias RT.
Además, Zajárova invitó a la opinión pública internacional a reflexionar sobre la negativa de Trump de seguir los caminos regulares en estos casos y dar curso a una investigación.