Desde un paquete de galletitas hasta una casa, cualquier transacción puede desarrollarse con criptomonedas, y en particular con bitcoines. Esta moneda de 10 años de antigüedad existe exclusivamente de forma virtual y es el resultado de la tecnología blockchain o de cadena de bloques, la cual permite que la información sobre cada transacción quede registrada en múltiples nodos de una red a la que se puede acceder de forma pública y sin intermediarios.
Tal característica la independiza de cualquier control institucional o bancario, lo que provocó que en los últimos años surgieran cientos de otros criptoactivos, a pesar de que ninguno logró la fortaleza y popularidad de la primera.
«Bitcóin es un protocolo descentralizado que contiene todas las reglas de cómo se emiten y cómo se mueven los bitcoines en la red. Todo está escrito en el protocolo y si bien puede ser actualizado, contiene algunas reglas que son, a efectos prácticos, imposibles de modificar. Entre ellas está la tasa de emisión de nuevos bitcoines, que se diferencian de las monedas nacionales emitidas a una tasa fija conocida y decreciente en el tiempo», explicó Guillermo Torrealba experto en criptomonedas.
Quienes posibilitan que las transacciones se validen y siga aumentando la oferta de estos activos virtuales son los llamados mineros, los que el pasado 11 de mayo tuvieron un nuevo halving o, lo que es lo mismo, una disminución de la recompensa que reciben por su tarea.
«Cada bloque minado agregaba [inicialmente] 50 nuevos bitcoines a la red, los que se daban como premio al minero que lograba resolver el problema matemático asociado a cada bloque. Pero el protocolo dice que cada 210.000 bloques minados, lo que toma aproximadamente cuatro años, el premio a los mineros se reduce a la mitad. Esto quiere decir que pasamos de 50 a 25 y después a 12,5. Este lunes se volvió a reducir la tasa de emisión a 6,25, es decir, que los mineros ganan 6,25 bitcoines por cada bloque que minan», agregó el experto chileno.
La emisión se mantendrá de manera decreciente hasta alcanzar el límite de 21 millones de estas monedas que el protocolo prevé que existan. De acuerdo a varios analistas del sector este nuevo halving podría desatar un aumento importante de precios como sucedió en anteriores ocasiones. Torrealba coincidió en la apreciación.
«Ha existido una correlación entre el aumento del precio y la disminución de la emisión de bitcoines. Esto sucede porque aumenta su escasez relativa cada vez que disminuye la cantidad que se emite. En el tiempo, el bitcóin se ha ido volviendo más popular, por tanto aumenta su demanda y disminuye su oferta. Como el único mecanismo que tiene el mercado para establecer el precio es el de oferta y demanda, el precio tiende a aumentar», explicó el entrevistado.
Esto, agregó Torrealba, se observó en todos los halvings anteriores. «Antes del primero costaba algo así como 120 dólares, para el segundo unos 800 y para este el bitcóin estaba alrededor de los 9.000. Para el próximo, si seguimos la misma regla, deberá costar algo así como 100.000 dólares. No se sabe si va a continuar igual pero todo hace pensar que sí», concluyó.
Cortesía de Sputnik
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