Bolivia, Argentina, Guatemala, Honduras, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, fueron naciones de la región que estuvieron gobernada por décadas por dictadura. En la mayoría de los casos ya existía la Organización de Estados Amercanos (OEA) y a pesar de las graves violaciones de los derechos humanos que en esas naciones ocurrían, el gobierno de Estados Unidos jamás llamó a sancionarlos o a suspenderlos del organismo hemisférico.
Tal parece que la defensa de los derechos humanos es un tema a conveniencia para los distintos inquilinos de la Casa Blanca, el actual gobierno de Donald Trump se muestra como un feroz policía mundial que dicta lecciones y anuncia acciones y represalias contra varios países eno nombre de sus «reglas».
Se trata de una historia repetida sucesivamente por las distintas administraciones de gobierno en los Estados Unidos. Recordemos el caso de Cuba, expulsada de la OEA en 1962, justo un año después que mercenarios organizados y financiados por Washington intentaran invadir la isla.
«Con OEA o sin OEA ya ganamos la pelea»
Con 13 votos a favor, uno en contra (el propio de Cuba) y seis abstenciones: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México; Estados Unidos logró aprobar su propuesta de expulsar a Cuba definitivamente de la Organización de Estados Americanos.
Los argumentos pueden resultar ridículos y sin sentido, pero acá los vamos a recordar:
«1. Que la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados Americanos al marxismo-leninismo es incompatible con el Sistema Interamericano y el alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y la solidaridad del Hemisferio.
2. Que el actual gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un gobierno marxista-leninista, es incompatible con los principios y propósitos del Sistema Interamericano.
3. Que esta incompatibilidad excluye al actual gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano.
4. Que el Consejo de la Organización de Estados Americanos y los otros órganos y organismos del Sistema Interamericano adopten sin demora las providencias necesarias para cumplir esta resolución».
Ya para esos años gobernaban en algunos países centroamericanos terribles dictaduras que aterrorizaban a la gente, pero sus líderes eran amigos de Washington. En los años 70, gran parte del Cono Sur fueron plagados de asesinatos y torturas, no se celebraban elecciones, eran dictaduras, pero como no se declaraban marxistas-leninistas a Estados Unidos no le importaban. Eran sus amigos.
Lo cierto en el caso de la expulsión de Cuba en el año 1962, es que se trató de un largo proceso, en el que costó a la Casa Blanca quebrar la solidaridad latinoamericana. Por ejemplo dos cancilleres, entre ellos, el venezolano Ignacio Arcaya y el peruano Raúl Porras renunciaron a sus cargos por oponerse a las posturas oficiales de sus gobiernos para complacer al gobierno de EEUU.
En Cuba fue popularizada la expresión «con OEA o sin OEA ya ganamos la pelea» en la música de uno de sus cantores emblemáticos del inicio de su Revolución, Carlos Puebla.