¿Es natural la desnudez?
En lo que respecta a la educación sexual debemos guardarnos tanto del oscurantismo como de un liberalismo mal entendido. Algunos padres creen que si andan desnudos delante de sus hijos les ayudarán a crecer con una actitud más sana y natural. Lo hacen sin duda con buena intención, pero la buena intención y el acierto no siempre van de la mano.
Con los niños pequeños es normal vestirse o desnudarse delante de ellos y también bañarse juntos. Incluso pueden surgir preguntas o comentarios sobre el cuerpo que ayudan a la primera educación sexual.
Hablando desde el principio respetuosamente sobre el cuerpo, los niños desarrollarán una actitud natural sobre estos temas y además se facilitará su educación sexual en los años posteriores.
A medida que crecen, nuestra actitud ante el desnudo ha de seguir siendo natural. Por ejemplo, si alguna vez nos sorprenden vistiéndonos o en el baño no hay que escandalizarse.
Respeto y protección
Pero lo que no debemos hacer es exhibirnos ante ellos. Un adulto que se pasea desnudo por la casa resulta embarazoso y perturbador para el desarrollo psicosexual de un niño. En nuestra sociedad las personas no pueden mostrarse desnudas en cualquier lugar ni ante cualquiera. Debemos enseñarles a respetar las puertas cerradas y a llamar antes de entrar.
A partir de los cinco o seis años los niños desarrollan sentido del pudor y empezarán a rechazar bañarse ante nosotros, vernos desnudos o que les veamos a ellos. Es un reflejo de nuestra educación y de las costumbres sociales que perciben, una evolución normal que debemos respetar y favorecer, porque los hará socialmente adaptados y será para ellos un factor de protección.