“Al hincha lo han construido para otra cosa, no para que piense ni razone. Incluso los medios celebran que sea irracional”

El periodista, profesor e investigador hace un crudo análisis del actual momento del fútbol nacional, que se sostiene en el que denomina el producto “La Roja” que viene a ser una forma en que el mercado finalmente logra “incorporar” a los que no han sido beneficiados por el sistema. Al mismo tiempo sostiene que este modelo ha generado un prototipo de aficionado, donde los medios han tenido gran responsabilidad.

“Al hincha lo han construido para otra cosa, no para que piense ni razone. Incluso los medios celebran que sea irracional”

Autor: Jose Robredo

A horas de que Chile dispute la final de la Copa América, donde los hinchas o aficionados esperan que el seleccionado nacional logre hacerse del campeonato por primera vez en sus casi 100 años de historia, el ambiente se encuentra cercano a la locura colectiva. Así queda preguntarse qué “fiesta del fútbol”

“El capitalismo aprendió que no puede generar un ámbito de exclusión muy grande, tiene que incorporar hacer el famoso “chorreo”, los Chicago Boys lo decían y uno no les creía. De esta gran operación mercantil tiene que llegarle ganancia a todos o la mayor parte posible” señala directo el periodista, profesor e investigador al referirse al fútbol, ya como producto y con menos niveles de sensaciones.

Explica que en el caso de Chile tenemos un gran producto – “La Roja”-  que es capaz de aglutinar y generar identidad, pero que solo da acceso a “esta clase media aspiracional creada por el neoliberalismo”. Al mismo tiempo, destaca que una de las acciones principales del actual proceso del fútbol nacional es convertir al aficionado en un personaje “que no razone” y que sea “capaz de consumir todo lo que este relacionado con el fútbol”. De esto y más con conversa con El Ciudadano el periodista, profesor, investigador e hincha de Magallanes Eduardo Santa Cruz.

Ahora tenemos “La Roja” en todos lados

Es que se inventó el producto “La Roja”, que es muy diferente a la realidad del fútbol chileno donde gran parte de los clubes están privatizado, que tiene otra lógica pero que depende de una lógica mayor, que la del mercado mundial del fútbol. Entonces “La Roja” es un producto de mercado con una resonancia masiva, porque mezcla a los hinchas “naturales” con aquellas personas que no tienen mayor relación con el fútbol el resto del año que son representantes de una clase media aspiracional creada por el modelo, que tienen para pagar el alto costo de las entradas de esta Copa América o el pagar el monopolio de la alimentación que existe al interior de los estadios, incluso eliminaros a los vendedores de sándwiches y todo tipo de comestibles de los alrededores del estadio.

El mercado termina controlando todos los espacios relacionados con el fútbol

Hay una operación gigante para que este fútbol mundializado y mercantilizado que se manifiesta país por país. Y las manifestaciones son súper concretas basta ver los comerciales de la Coca Cola, que es auspiciador de todas las selecciones suramericanas y termina construyendo un discurso identitario, que, como se decía en los 90, se creía que la globalización iba a terminar con las identidades nacionales, entonces el fútbol se termina convirtiendo en una herramienta para que eso no suceda con un chouvinismo patriotero extremo, y se genera un sentimiento de identidad nacional que se construye para participar de este mercado.

Lo que se replica desde el mundo político

Eso no es nuevo. En la medida que el fútbol ha generado interés masivo y popular incita la codicia del poder. Puedes recorrer la historia del siglo XX y verás que todos lo mandatarios, democráticos o no, reciben a los equipos en La Moneda. Hay un rendimiento en términos de imagen a partir de la masividad que se genera. Es un truco bastante antiguo.

Antes los clubes eran, en su mayoría, sociales y deportivos pero hoy son una franquicia más de los grandes grupos económicos ¿Es un botón de muestra?

Cómo lo son la AFP, las Isapres. La profundización del modelo neoliberal en Chile es bastante mayor que en otros países suramericanos, y el fútbol no podía quedar ajeno a esto y por muchos años estuvo ajeno. La dictadura privatizó todo y en el fútbol trato de hacerlo pero no le resultó y lo único que terminó por hacer fue destruir el esquema de los clubes sociales y deportivos, que es la famosa crisis de los 80 y quien se encarga de armar la estructura de recambio fue la Concertación durante el gobierno de Lagos que se saca la ley de las SADP, donde el club social y deportivo fue obligado a entregar la administración – el caso de Colo Colo – o a transformarse en sociedad anónima – O’higgins – y en algunos muy pocos casos mantienen su estructura de corporación de derecho privado sin fines de lucro – Huachipato –. Entonces la operación mercantil tiene en el caso chileno una base sólida, nos vendieron que este modelo era el que podía solucionar este problema – cuando buena parte de los clubes se encuentran en una profunda crisis económica – y entonces podemos concluir que esto es ¡pura ideología! A pesar de que los liberales digan que son técnicos y no ideológicos… esto es pura ideología.

Ideología respaldada por la clase política 

Este modelo una legitimidad política, que es transversal, y que buscan acoger el tema identitario. Esto habla de la concomitancia, la transversalidad del poder económico y político, que responde a la codicia del poder económico – más que el político – porque lo económico se hace político y lo político se hace económico.

Y esta codicia se traslada a las tribunas, donde solo está el afán de pasar por encima del rival

Esto puede doler decirlo. El modelo neoliberal en Chile ha sido exitoso no solo en términos de crecimiento económico, lleva instalado 40 años, ha cambiado la concepción cultural a través de una transformación de valores sociales, de las mentalidades; no es casual el surgimiento de esta clase media aspiracional que resume la ideología liberal que finalmente es la que más se mueve con este producto llamado “La Roja”, con discursos extremistas.

Eso se puede traducir en la violencia en los estadios

No deben sorprenderse de eso. Si les dices a través de diferentes medios a muchachos que tienen una vida compleja, precaria, sin lugares para realizarse y le dices “aquí tienes un espacio para expresarte” y le metes eso de la vida o la muerte, que los vas a humillar o que les pintaras la cara. La violencia en los estadios está muy relacionado con esto, y los medios de prensa son cómplices porque luego de emitir esos discursos extremos vienen con la moralina para criticarlos.

Finalmente todo el circuito que rodea al fútbol termina convirtiendo al hincha

Se ha desarrollado un estereotipo de hincha. Primero debe consumir, consumir todo lo que esté relacionado con lo el mercado futbolero le ponga frente, se le señala al hincha un rol en el libreto: usted debe cantar, gritar, etcétera. Y este prototipo de hincha se repite en todo el mundo… un amigo brasileño me dice “¿tú viste algún negro en las galerías durante el mundial? El mundial no era para ellos”. Entonces tenemos que preguntarnos por qué se crea ese tipo de hincha, que no junta tres neuronas, y que sólo aulla y la respuesta es que este tipo de hincha es la contraparte de la privatización del fútbol…el hincha está para eso no para manejar a los clubes.

Olvidarse de las asambleas de socios…

O sea no vas a hacer una asamblea para decidir las políticas de desarrollo del club. Lo que si se hacía, hay un caso emblemático de que cuando Colo Colo decide contratar a un futbolista extranjero, pues el club tenía una política de tener solo futbolistas nacionales, y eso se decidió en una asamblea de socios. Entonces hoy no le vas a pasar a ese estereotipo de hincha esa discusión, lo han construido para otra cosa no para que piense ni razone, incluso por tv se le celebra que sea irracional ¿por qué no se puede sentir y pensar al mismo tiempo?

¿Qué tan responsables son los medios?

Es que el cambio del que hablamos también afecta al periodismo. Cuando se intenta levantar un medio no se habla de línea editorial sino que de modelo de negocios o cual es la causa que persigue el medio. Y esto no tiene que ver con política o con ideología, por ejemplo la revista Estadio, que tuvo un dueño y utilidades, pero su periodismo estaba en función del deporte como una causa… el periodismo juega un juego peligrosísimo de conectarse emocionalmente con la audiencia para poder competir con el canal de al lado y creen que la única manera de ganarle es generar dicha empatía. Para eso “calientan” el partido, lo que es peligroso porque el hincha que hoy va al estadio es muy obediente y puede llegar cargado. Pero también hay otro hincha, que es el barra brava, que son en su mayoría muy jóvenes, su mayoría muy pobre e incluso marginales. Este tipo de hincha fue criado en los 70 – 80 pero nunca ha podido ser domesticado, se le sale del libreto y entiendo por qué ocurre, porque su libreto es responder a la violencia con violencia y destrucción.


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