El entrenador del Bayern Múnich, Pep Guardiola, reconoció que prefiere una caña, como se conoce en España a una cerveza pequeña y fresquita, en lugar de las tradicionales jarras de un litro típicas de Baviera y de su famosa Oktoberfest.
«Son demasiado grandes para mi gusto. Me gustan las cervezas pequeñas y frías», afirmó un día antes de que dé comienzo la gran cita anual de todos los amantes de la bebida nacional alemana y que atrae a seis millones de personas todos los años.
«Una cerveza grande ya no está fría después de tres minutos. Y cuando una cerveza no está fría, ya no está buena», agregó el técnico, que no comparte la costumbre alemana de no beber la cerveza demasiado fría para poder degustar el sabor.