No lo pasa bien en Chile e incluso podría irse si es que se confirma su castigo. Su iracunda reacción tras un partido con Deportes Antofagasta no sólo quedó registrada en las cámaras de los gráficos. Ahora, un informe arbitral podría perjudicarlo de tal manera que lo haría replantearse la idea de seguir jugando en Chile, eso en caso de que se aplique la regla y sea castigado por el tribunal de penalidades.
El árbitro, César Deischler, emitió su informe final sobre el incidente. Y allí explica que «antes de abandonar el terreno de juego observamos a la distancia que el jugador N° 13, señor Washington Sebastián Abreu discute con gente de la tribuna para posteriormente levantar una mesa y lanzarla hacia la tribuna».
El problema para el ariete uruguayo de Audax Italiano es que según el artículo 63 del Código de Penalidades de la ANFP, «causar daño a un bien material ubicado en el recinto donde se efectúa el partido se castiga de uno a seis juegos».
Es más, en lo específico, la letra C del mismo artículo señala que será motivo de suspensión de cinco a diez partidos intentar «agredir de hecho a cualquier persona distinta a las señaladas en el presente artículo, dentro del recinto donde se efectúe el partido».
La reacción
Abreu salió a explicar su insólita reacción, indicando que si bien el hecho efectivamente se ve mal, no es más que su respuesta ante alguien que constantemente lo persigue. «Es algo personal ante la actitud de un mala leche que tengo bien identificado, que utilizó términos que no son los típicos que están instalados en el mal llamado folclore del fútbol, metiéndose con detalles de mi vida privada y mi vida personal que me han afectado y dolido, son heridas que uno tiene en la vida», dijo el uruguayo.
Y entiende que hizo mal. «Por eso la reacción, que no justifico. Lo de la mesa no fue direccionado a la gente», dice y agrega que «uno ya entiende las reglas del juego y casualmente la secuencia de fotos se corta y no se ve adónde va dirigido. (La mesa) en ningún momento golpea a nadie y no va con la intención de golpear, pero esto es secundario».
El mundislista insiste en que «lo que quiero decir es que esto es directamente con esa persona, que lamentablemente habrá descargado su ira de manera equivocada metiéndose con cosas fuera de los códigos normales. No quiero ahondar en detalles». ¿Y si hay castigo? «El Loco» no rehuye y admite que hay que «dar la cara como siempre, la vida continúa, el fútbol continúa, pero siempre que hay este tipo de reacciones, no solo juzguemos a la persona pública, pongámonos a pensar porqué lo hizo. Y que esa persona tenga las mismas responsabilidades de las que me hago cargo yo».