Los Diablos Rojos de Bélgica ganaron su grupo clasificatorio hacia la próxima Eurocopa al vencer por 3 a 1 a Israel en la última fecha y treparon a la cima del ránking FIFA. La victoria fue en el Estadio Rey Balduino de Bruselas –el antiguo Heysel- con goles de Mertens, Hazard y De Bruyne.
El conjunto dirigido por Mark Wilmots consiguió reunir a una generación de excelentes jugadores que crecieron en los grandes equipos europeos: El Chelsea inglés con el extremo Hazard y al arquero Courtois. El Manchester City con el volante De Bruyne y el defensa central Kompany. Luego de su lesión, Vermaelen empieza a tener minutos en Barcelona y Mertens es una de las estrellas del Napoli. Benteke hace goles para el Liverpool, Witsel es clave para el Zenit de San Petersburgo y Fellaini es el volante indiscutible del Manchester United.
Bélgica supo integrar en los últimos años a las nuevas generaciones de niños de la inmigración. Casi la mitad del seleccionado provienen de familias de origen marroquí, turco, albanés, congoleño, español, portugués y tunecino. La Selección nacional consiguió con esta generación que miles de jóvenes de los barrios más pobres se identifiquen con sus jugadores como pocos países europeos han conseguido.