Bielsa: Otra abrupta salida

Amado y odiado, a Marcelo Bielsa se le adora por su innegable capacidad de generar importantes procesos en los clubes y selecciones que dirige. Y de la misma forma, quienes se oponen a su particular forma de trabajo le encaran su casi absurda forma de salir de los lugares donde instala su filosófica manera de ver el fútbol.

Esta vez le tocó el turno a Olympique de Marsella, equipo que recuperó su sitial de privilegio gracias a las tácticas ofensivas y modernas de la mano del «Loco». Pero como era de esperar, el capítulo feliz tuvo un final abrupto cuando el pasado jueves por la noche su preparador físico y hombre de confianza, el belga Jan Van Winckel, rescindió su contrato para marcharse a Qatar.

No ha trascendido si este ha sido el motivo definitivo, pero si esas modificaciones contractuales pretendidas por el club tocaban el salario o la duración del contrato de Van Winckel, la razón del estallido de Bielsa está clara. El preparador belga es autor de un libro sobre la puesta en práctica de los conocimientos científicos en el fútbol (’Fitness in soccer’) y cofundador de Topsportlab, una empresa especializada en la gestión de esfuerzos. Bielsa solicitó su contratación al Marsella hace un año.

Esta última dimisión ha vuelto a poner bajo los focos su convencida personalidad y ha alimentado entre sus detractores el significado peyorativo de su apodo. “¿Qué son decisiones drásticas? Puede, ser, pero él es así”, defiende el periodista argentino Gustavo López. “¿Loco?, todo lo contrario. Es la personalidad más inteligente y atractiva que me he encontrado en el fútbol. Todo en él es racional”, le describió en una ocasión Jorge Valdano. “Como todas las grandes personalidades, sostiene sus ideas contra el mundo si hace falta”, dice un viejo amigo del técnico que prefiere el anonimato.

El sábado, Bielsa estuvo con los que eran sus jugadores durante 15 minutos para despedirse. Habrán tenido entrenadores mejores o peores, pero ninguno como «El Loco». Se habló de sus condiciones para hacerse cargo de la selección mexicana y hasta se rumorea un eventual retorno al mercado chileno en caso de que Jorge Sampaoli decida partir. Para bien o para mal, el rosarino sigue siendo un enigma imposible de obviar en el mundo del fútbol.