En conferencia de prensa de urgencia, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció su renuncia al órgano rector del fútbol mundial argumentando que “No tenemos control sobre los representantes, pero sus acciones caen bajo la responsabilidad de FIFA, así que necesitamos un cambio estructural muy profundo. El congreso de la FIFA tendrá que elegir a sus miembros”.
Al mismo tiempo, el cuestionado dirigente señaló que “Me han dado un mandato, pero no parece ser aceptado por los clubes y los hinchas” dando razón a las reacciones frente a su reelección como presidente de FIFA el pasado viernes, tras conocerse el escándalo de corrupción que involucra pagos de millonarios sobornos a altos dirigentes del fútbol de Conmebol, Concacaf, federaciones africanas y asiáticas.
La decisión de Blatter abre nuevos escenarios respecto de la investigación que lleva en curso la fiscalía estadounidense y de la carrera electoral que se desarrolla desde el minuto que se hace pública la renuncia del suizo. Aun no se define fecha para la nueva elección.
Blatter, de 79 años, es funcionario FIFA desde 1974, cuando ingresa bajo el alero del brasileño Joao Havelange, de quién fue su brazo derecho hasta que le reemplazó en 1998. Bajo el mandato de Havelange y Blatter – entre ambos suman 40 años en el mando – estuvo marcada por las dudas respecto de la transparencia de sus acciones, los permanentes escándalos de corrupción y el convertir a la FIFA en una de las organizaciones más poderosas del planeta al nivel de Estados Unidos o el Vaticano.
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