La selección brasileña de fútbol por fin pudo tomar su revancha y derrotó a su similar de Alemania por un marcador final de 0x1 y restituyó un pedazo del autoestima que le arrebató Alemania hace cuatro años en Belo Horizonte. Aquel 1-7 sigue presente en la mente de los brasileños, pero ganar al campeón del mundo en su casa, aunque sea en un ensayo, refuerza a la canarinha.
Joachim Löw acortó su plan inicial de rotaciones masivas y, finalmente, sí alineó a Kroos; y a Zidane (director técnico del Real Madrid) se le debió parar por un segundo el corazón en el minuto 14. Casemiro no hace prisioneros tampoco con su país y mandó a su compañero alemán en el Madrid al suelo de una aparatosa patada por detrás.
El papel de los tres madridistas fue dispar. Casemiro lideró el triunvirato del granito junto a Paulinho y Fernandinho. Marcelo pudo sin apuros con Goretzka y luego con Brandt. Kroos fue el que lo pasó peor intentando organizar a una Alemania ‘B’ que pudo dar gracias por sufrir una derrota por la mínima.
Trapp, un lío para Löw
Se abrió un mini debate en la portería. Sin Neuer (lesionado) ni Ter Stegen (posee molestias en una rodilla), Löw inició el casting para tercer guardameta y Trapp (PSG) pudo firmar su sentencia.
Falló en el gol de Gabriel Jesús, encajando Trapp su noveno tanto en 15 partidos como internacional, y sus 189 centímetros de altura no evitaron un par de salidas temerosas por parte del arquero del Paris St. Germain. En una de ellas, Gabriel Jesús no acertó a apuntarse el doblete a puerta vacía. Minutos antes, Rüdiger ya había sacado una pelota de gol.
Brasil confirma que va a por todas en el Mundial de Rusia y quiere conseguir su sexto título como campeón del mundo. Su último campeonato fue en el Mundial de Korea-Japón 2002.