Era la pelea del año y Ronda Rousey, la misma que se paseaba por estelares de televisión anunciando que quería pelear con hombres de la UFC cayó inapelablemente ante Holly Holm en la disputa del cinturón por la categoría gallo.
Luego de caer por nocaut y ser despojada de su título, Ronda Rousey fue llevada en ambulancia a un hospital de Melbourne, Australia para realizarle una revisión.
Holm castigó reiteradamente e inmisericordemente el rostro de Rousey, retrocediendo y contraatacando ante los embates de la excampeona, quien eligió ir al frente y nunca estuvo cómoda en la pelea de pie.
Luego de sufrir laceraciones en el labio durante el primer round, Rousey salió con más ímpetu buscando la cabeza de Holm, quien eludió sus ataques obligándola a cometer errores.
Rousey erró un último golpe y al seguir de frente con su impulso quedó de espaldas a Holm, quien aprovechó la situación para conectarle una patada a la cabeza que envió a la autodenominada mejor peleadora de la UFC a la lona, donde la castigó obligando al réferi Herb Dean a detener el combate y entregarle el triunfo. El video muestra la intensidad del castigo.
Rousey había alardeado antes de la pelea que se quedaría con el título porque no tenía rival que le hiciera el peso en la lona.