Habían igualado sin goles en la ida pero Pedro Pablo Hernández tuvo su tarde feliz en Madrid. El volante nacional marcó dos de los tres goles de los gallegos ante el Atlético de Madrid y dejó a si equipo en la próxima ronda del torneo eliminando a uno de los favoritos.
Y anunció su gran jornada recién a los 22 minutos, cuando silenció el Vicente Calderón con un gran cabezazo tras un centro de su compañero de selección, el capitalino Fabián Orellana. Sin embargo, el local logró el empate a través de Griezmann cuando se cumplía la mediahora.
Ya en el complemento Celta siguió buscando y Hernández mostraba que estaba inspirado. A los 55′, el volante chileno volvía a marcar pero le anularon la conquista. No se rindió y a los 64′, nuevamente de cabeza y entrando sin marca en el área chica, Hernández puso el 1-3 parcial.
Pese al segundo descuento, el cuadro de Diego Simeone vio como la fiesta que tenían preparada terminó en silencio absoluto. Y el culpable principal fue un chileno que andaba imparable.