La cara de Josep Guardiola lo decía todo. Porque la fiesta en Munich la armó Robert Lewandowski. El delantero convirtió los cinco goles con los que el Bayern de Pep Guardiola liquidó al Wolfsburgo por la sexta fecha de la Bundesliga. Y, de alguna manera, fue una revancha de aquella recordada derrota en la Supercopa, el título que se le mantiene esquivo al entrenador español en Alemania.
No fue un partido sencillo para Bayern Munich aunque el marcador diga otra cosa. Cuando se fue al vestuario en el entretiempo, el equipo de Guardiola perdía 1-0 por el gol de Daniel Caligiuri a los 26 minutos. Por eso, el DT no dudó en que necesitaba un cambio; miró al banco y allí se encontró con Lewandowski, quien en nueve minutos hizo los cinco goles que le dieron forma a la goleada.
Los minutos 51, 52, 55, 57 y 60 fueron los que se encontraron con la impecabilidad del delantero polaco, que llegó al Bayern Munich en la temporada 2014-2015 después de conquistar a los alemanes como jugador del Borussia Dortmund desde 2010.
Y esta tarde volvió a escribir otra página dorada de la historia del fútbol. Lewandowski se convirtió en el primer sustituto que anota cinco goles en un partido de la Bundesliga. Además, marcó el triplete más rápido en la historia del fútbol alemán, en el lapso de cuatro minutos, y el póquer más veloz. «Fue increíble, estoy completamente satisfecho. Sabía que en el segundo tiempo teníamos que marcar», celebró el héroe de la velada.
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