La pandemia no solo está cobrando la vida de millones de personas en todo el mundo, está cambiando la vida para muchos sectores y muchos de ellos están llamados a repensar su dinámica después del confinamiento global si quieren seguir amasando miles de millones de dólares como ganancia a partir de esta forma de esclavitud moderna.
Si bien el 2020 era el año programado para los Juegos Olímpicos de Tokyo, el mayor evento que congregaría 11.091 atletas de diferentes disciplinas y 4.400 paralímpicos en representación de sus países, el brote de la enfermedad ha causado estragos en la economía de un sinfín de franquicias y deportistas.
En torno al número de espectadores en todo el mundo que sintonizarían los Juegos Olímpicos, la cifra superaría los 3.600 millones, tomando en cuenta los datos de las olimpiadas de Río de Janeiro.
Cifras de especialistas en materia señalan que en el caso de Estados Unidos, actual epicentro de la infección, se estarían perdiendo más de 8,5 millones de dólares provenientes en apuestas de 47 millones de estadounidenses, solo en el mes de marzo.
Además de ello, el número estimado de perros calientes consumidos por los fanáticos del béisbol de la MLB, una de las mayores factorías de dinero verde, cayó abruptamente, ya que durante la temporada 2019 se reportó 18.3 millones y la presente temporada está a la espera de muchas decisiones de las autoridades para mantener viva esta dinámica.
Por solo mencionar un dato, el gasto de una familia de cuatro personas para asistir a un juego de béisbol de grandes ligas en 2019 dejó un promedio de 234 dólares.
Pérdidas millonarias
Subiendo un poco el nivel, el coronavirus también ha socavado bases en las acciones del Grupo de Fórmula Uno desde que alcanzó su punto máximo en enero en medio de la cancelación o el retraso de varios eventos del Gran Premio, las Indy 500 y otras carreras (al 7 de abril de 2020).
Para World Wrestling Entertainment, otra franquicia norteamericana que recibe ingentes cantidades por publicidad, reporta pérdidas por el orden de $ 960.4 millones a la fecha, incluyendo una caída en las ventas de productos de consumo debido a COVID-19.
En el tabloncillo, la temporada regular de la NBA quedó pendiente 21 por ciento del total de juegos restantes, arrojando una pérdida estimada en la venta de entradas entre $ 350–450 millones.
Por su lado, la Liga Nacional de Hockey refleja una pérdida de $ 1.690.650 por cada equipo que no juegue cada juego en esta temporada, incluidas las tarifas de venta de boletos, alimentos, bebidas y mercancías, publicidad y tarifas de estacionamiento.
Y para aquellos que adquirieron boletos para juegos que no se realizarán, los clientes que compraron boletos en su sitio para eventos deportivos u otras experiencias en vivo, el reembolso de StubHub, una empresa estadounidense de intercambio y reventa de boletos, llega al 120%.
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