El capitán de Bosnia, Edin Dzeko, reaccionó de la manera menos esperada tras recibir reiterados golpes del defensor griego, Sokratis Papastathopoulos, y lo dejó en calzoncillos.
Por eso se fue expulsado al ver la doble amarilla, y su equipo terminó con 10 jugadores. También el equipo rival, en un partido que tuvo 14 tarjetas en total y finalizó igualado en 1.
La curiosa acción tuvo lugar en el cuarto partido del grupo H de las eliminatorias europeas para Rusia 2018. Grecia y Bosnia se enfrentaban al buscar acomodarse en el segundo lugar.
El delantero perdió los estribos y tomó del pantalón al jugador griego: tras bajárselos, Dzeko empujó a Papastathopoulos y varios hombres de cada uno de los equipos se les fueron encima. Por esa jugada, los dos involucrados vieron la roja.
Sobre el cierre del partido, Grecia empató el partido 1-1 y sumó un buen punto en el camino al Mundial de 2018.