El club de fútbol israelí Beitar Trump Jerusalén, considerado como uno de los más xenófobos del mundo, anunció que cambiará su política y fichará a jugadores árabes.
«La religión ya no será un criterio para fichar jugadores«, informó el empresario israelí Moshe Hogeg, quien compró el club hace apenas 10 días.
Al equipo israelí se lo vincula con seguidores de ultraderecha como “La Familia”, y hasta la fecha, no habían contado con jugadores árabes, muy a pesar de que dicha etnia ocupa un 17,5% de la población árabe.
Se sabe que los radicales fanáticos cantan en medio de los partidos frases como «muerte a los árabes» o «Mahoma es homosexual”.
Sin embargo, Hogeg aseguró en una rueda de prensa que «el Beitar no es un club racista”, ya que «firmar a un jugador únicamente porque es árabe también sería una forma de racismo».
En sus 82 años de historia solo han jugado tres jugadores musulmanes en sus filas y todos ellos tuvieron que irse por la presión de los aficionados.
Luego de la adquisición de este club y los recientes cambios anunciados por el propietario, se espera que durante los partidos cese el acoso a algunos jugadores y los cánticos racistas.
En agosto de 2017, el club fue reconocido por su trabajo con jóvenes y el establecimiento de un foro dedicado a la lucha contra la instigación y la discriminación racial. Fue galardonado con el “logro innovador” en los premios Escudo de Honor por el presidente Reuven Rivlin en Jerusalén.
“Espero que Beitar continúe por el buen camino, y su éxito tenga un impacto positivo sobre todo el público (…) Una sociedad plagada de racismo, nacionalismo y xenofobia es incapaz de subsistir, y estoy contento por los progresos que se han hecho en el fútbol israelí para luchar contra tales fenómenos”, dijo Rivlin en ese entonces.