La diosa fortuna salió de paseo por las calles de Aguascalientes y le dio una alegría a los Rayos del Necaxa, que resolvieron un partido cerrado ante los Diablos Rojos del Toluca, obteniendo así el título del Clausura 2018 de la Copa MX.
Ambas escuadras mostraron desde los primeros instantes del encuentro los deseos de poder adelantarse en el marcador, siendo el equipo del Toluca el que tendría la primera opción al minuto 12′, cuando Ruben Sambueza no pudo darle dirección a la pelota y el disparo se fue por fuera del arco del Necaxa.
La respuesta del conjunto local, llegó a los 20 minutos, en un mano a mano entre Carlos González y Alfredo Talavera. El cancerbero escarlata logró cerrar el ángulo de disparo y evitó lo que parecía gol cantado por parte de los Rayos.
Los minutos restantes de la primera parte fueron de un duelo en el medio campo de mucho roce físico y de una fuerte intensidad por tener la posesión de la pelota y así llegar al arco rival por parte de ambos conjuntos.
El segundo tiempo parecía una fotocopia del primero: Toluca atacando y el Necaxa se defendía en busca del contragolpe para poder hacer daño, en el que los arqueros de ambos equipos eran simples espectadores, por lo que parecía que todo se definiría en los penaltis.
Pero cuando todo daba a entender de que la final se decidiría desde los doce pasos, el destino le jugaría una mala pasada a Santiago García que, en un intento por rechazar el esférico de su terreno de juego, terminaría por mandar el esférico a su propia meta. La pelota entró en cámara lenta a la cabaña escarlata, pero hizo explotar el Victoria al 86′ cuando tocó la red.
Con poco tiempo en el reloj, Toluca fue con todo al ataque, pero fue demasiado tarde y el título se lo llevó el Necaxa. El delirio de la afición se hizo notar en el Victoria.