En rigor, se trata de términos numéricos, de cifras, de premio en dinero y allí, lo que está en juego para Atlético de Madrid y Real Madrid en la final de la Champions League es el prestigio, la cita con la historia.
Los colchoneros buscan levantar por primera vez el famoso trofeo de la Orejona el sábado, los merengues aspiran a su undécima copa.
Ni aficionados, ni directivos, ni jugadores se preocupan mucho por el premio monetario que va a recibir el club por consagrarse campeón del que es considerado el torneo de clubes más importante del planeta. Pero existe. Y extrañamente, es inferior al de uno de los encuentros más esperados de las últimas semanas en Inglaterra.
Porque la final de la Champions League será opacada por otro partido que tendrá lugar el mismo sábado, uno con un mayor valor monetario para el ganador.
Es el duelo entre Hull City y Sheffield Wednesday por la final del playoff de ascenso de la Championship, que es en sí la segunda división del fútbol inglés.
El ganador de ese partido tendrá asegurada unas ganancias de US$250 millones, cifra muy superior a los US$110 millones que recibirá el campeón de la Liga de Campeones en ganancias acumuladas durante el torneo.
Si sólo se toma en consideración la final, que ofrece unos US$17 millones, la diferencia es aún mayor. Está claro que tanto Hull como Sheffield Wednesday, cuarto y sextos en la temporada regular de la Championship, están lejos del nivel deportivo de los clubes de Madrid, que buscan coronarse campeones de Europa.
Pero para los 90 mil aficionados que coparan las gradas en Wembley, el partido en la catedral del fútbol tiene mucha más relevancia que el que se jugará en el estadio San Siro, en Milán.