Este año, la creación de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) ha propiciado la discusión y el debate acerca de las complejas condiciones con las que deben lidiar las futbolistas a la hora de desarrollar su pasión en nuestro país.
La inexistencia de contratos, sueldos, y otras regulaciones básicas en el quehacer deportivo ha evidenciado los obstáculos y la discriminación que enfrentan las mujeres que desean dedicar su vida al desempeño del deporte rey. Por ello, el debate acerca de los límites que la sociedad ha impuesto las mujeres futbolistas se ha ampliado más allá de lo estrictamente deportivo y ha provocado una reflexión que incluye diversas perspectivas del movimiento feminista y sus demandas.
Durante el fin de semana pasado, dicha lógica se vio reflejada en la inclusión, por parte del plantel femenino de Deportes Antofagasta, en su camiseta de la consigna #NiUnaMenos, que da visibilidad al problema de la violencia machista en Chile. Justo en ese espacio donde las jugadoras consignan sus respectivos nombres, esta vez se advirtió el lema que ha movilizado a cientos de mujeres, familias y niños este año, con el objetivo de poner fin a los femicidios y a los diversos tipos de violencia que las mujeres experimentan en el ámbito público y privado.
Según cifras de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, ya son 47 los femicidios registrados durante lo que va de este año. Cifras que hablan de un problema que está lejos de superarse en el país y que los medios pocas veces abordan con responsabilidad. Por ello, el gesto de las jugadoras de Deportes Antofagasta viene a contribuir con la visibilización de la violencia machista en un espacio aún construido para la hegemonía masculina, pero cada día más en disputa.