El ciclista Miguel Arroyo Rosales falleció este jueves debido a una enfermedad que lo aquejaba desde hace tiempo, sin embargo, con fortaleza trató de resistir hasta que su cuerpo no pudo más y tuvo que ser hospitalizado.
El famoso “Halcón de Huamantla” surcó los cielos europeos para demostrar su amplio vuelo en el ciclismo de carretera en donde puso el nombre de México en alto, en especial en Italia.
De acuerdo con los primeros reportes, Arroyo Rosales ingresó a un centro hospitalario, donde fue sometido a una cirugía y un paro respiratorio terminó con su vida.
Contemporáneo del regiomontano Raúl Alcalá, Miguel Arroyo apareció en el firmamento ciclista en 1987, cuando debutó en la carrera Maya-Caribe.
El tlaxcalteca hizo su presentación internacional en 1988 en Bélgica con el equipo ADR, respaldado por Otto Jácome y Greg Lemond, quienes eran buscadores de talentos y vieron en el mexicano grandes cualidades.
En 1994 hizo su vuelo espectacular en el Tour de Francia al finalizar en el sitio 48. Posteriormente, en su segunda aparición quedó fuera de los primeros 50 lugares de la general.
A lo largo de su trayectoria tomó parte en las carreras más importantes del país como la Ruta México en la cual arrebató con asombro su talento en el asfalto.
Por jerarquía en el mundo del ciclismo mexicano, Miguel Arroyo recibió innumerables reconocimientos, como tener su propia competencia “La Clásica Miguel Arroyo” en su natal Tlaxcala.
El excompetidor recibió el Premio Estatal de Deportes en el 2012 en el rubro de entrenador gracias a su entrega en la formación de jóvenes pedalistas.
Recientemente, el tlaxcalteca se dedicó a entrenar a sus hijos Miguel y Fernando, quienes ya han mostrado sus aptitudes para emular a su padre.
Cortesía de La Jornada
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