Es una historia notable. Cuando el delantero Batata metió el 4-0 de Angra dos Reis frente al Ceres, miró hacia la tribuna y lo vio a él. Daniel Oliveira estaba solo. Fue el único hincha de su equipo en una popular que parecía envolverlo en cemento.
La imagen que ya recorre el mundo es la de un chico de 19 años que viajó siete horas para seguir a su humilde equipo, de la tercera división de la liga carioca en Río de Janeiro. Del resto se ocupó la tecnología: las fotos que se sacó Daniel enseguida rebotaron en las redes, el video llamó la atención de los futboleros y el club también le sacó jugo a quien hoy se puede colgar la medalla de ser un hincha fiel.
«¡No tenemos grandes conquistas, no tenemos una hinchada numerosa, pero estamos seguros de que nunca estaremos solos!», fue el mensaje publicado por la cuenta oficial del club brasileño Angra dos Reis el pasado martes en honor a Daniel Oliveira, el único simpatizante que los acompañó desde la tribuna en el partido que su equipo ganó 4-0 ante Ceres, por la tercera división del fútbol de Río de Janeiro.
El particular hincha tiene una historia de mucho cariño con su equipo a partir de una tragedia. En las últimas horas del año 2009, sobrevino sobre Angra dos Reis, una de las zonas turísticas más bellas de Brasil, un impresionante temporal de lluvias que provocó un deslizamiento de tierras tras lo cual hubo 53 muertos y enormes pérdidas materiales para cientos de familias, entre ellas la de Oliveira, que se quedó sin casa como consecuencia del temporal.