Desde 1966 la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA por sus siglas en francés) lleva a cabo con regularidad controles de dopaje para garantizar que todos los partidos de sus competiciones internacionales reflejen el potencial real de los contendientes.
La FIFA trabaja en conjunto con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y con diversos organismos nacionales. Esta cooperación, «absolutamente necesaria», tiene por objeto «proteger la salud de todos los deportistas y salvaguardar el espíritu de juego limpio de la competición», alegan.
Según las estadísticas de la AMA, el fútbol es el deporte con el número más alto de muestras recogidas, ya que anualmente se toma una media de 30.000 muestras. Sin embargo, también es uno de los deportes donde se han registrado pocos casos de consumo de drogas prohibidas por la FIFA.
Es más, desde 1996 a la fecha sólo cinco jugadores de fútbol dieron positivo a los test antidopajes realizados en el marco de las Copas Mundiales de Fútbol.
Aquí la lista:
El primer jugador que dio positivo fue Ernst Jean-Joseph. En 1974 el haitiano de 26 años había consumido efedrina (estimulante psicomotor) durante el quinto mundial que se celebraba en Alemania Occidental. Le realizaron el test después del partido ante Polonia. Como todavía no había una reglamentación específica sobre qué tipo de sanciones se debían imponer, la FIFA sólo lo expulsó del certamen.
No obstante, el dictador de Haití Papa Doc Duvalier determinó su expulsión del equipo y ordenó que la guardia pretoriana lo golpeara de camino al aeropuerto de Múnich. Al llegar a su país fue condenado a dos años de prisión clandestina y torturado.
Cuatro años después, el escocés Willie Johnston dio qué hablar. En la Copa del Mundo que se celebró en Argentina descubrieron que había consumido Reactivan, una sustancia que producía un estímulo en la motricidad física.
Lo expulsaron de Mundial y nunca más pudo representar a su país ya que la Federación Escocesa de Fútbol decidió suspenderlo de por vida.
El español Ramón María Calderé Rey dio positivo durante la decimotercera Copa del Mundo, la de México 1986.
El español había tomado un medicamento recomendado por su médico para combatir una diarrea. Fue sancionado sólo con la prohibición de jugar un partido, después continuó jugando el Mundial como si nada hubiese pasado.
La foto del argentino Diego Armando Maradona agarrado de la mano por una enfermera ha dado la vuelta al mundo. En 1994, durante la decimoquinta Copa Mundial de Fútbol celebrada en Estados Unidos, la enfermera entró a la cancha a buscarlo para realizarse una prueba antidopaje; es la única vez en la historia en que sucedió algo así.
El resultado fue positivo por efedrina. Lo expulsaron del torneo y lo sancionaron con 15 meses de inactividad. Nunca más pudo volver a jugar con la camiseta albiceleste.
El peruano Paolo Guerrero, excapitán de la selección, es el último jugador al que se le descubrió un consumo de drogas no permitida.
El 5 de octubre de 2017 Perú enfrentó a Argentina en las eliminatorias y Guerrero salió sorteado para realizarse una prueba antidopaje. En su orina se encontró un metabolito de cocaína, por lo que el jugador fue suspendido por la FIFA de disputar los siguientes partidos para la clasificación.
Desde ese entonces la defensa de Guerrero libró una batalla legal para demostrar la inocencia del jugador, ya que aseguran que lo que encontraron es un metabolito que consumió a través de una taza de té con hojas de coca, una infusión típica de Perú.
Este martes 15 de mayo el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) de la FIFA ratificó la suspención de Guerrero por un año, por lo que el jugador no podrá jugar en el Mundial.
Perú no clasificaba a una Copa Mundial de Fútbol desde el año 1982, la conmoción fue tal que todas las portadas de los diarios del martes de Perú fueron dedicadas a Guerrero.