Fue un día inolvidablemente trágico para el fútbol chileno. El 9 de febrero de 2013 quedó marcado por la muerte de 16 hinchas de O’Higgins a los que se sumaron y 21 lesionados tras caer un bus en la cuesta Caracoles de Tomé, cerca de las 2 de la madrugada y cuando los hinchas retornaban tras presenciar un partido de su equipo ante Huachipato en Talcahuano.
Pese al dolor y al recuerdo, el caso se siguió debatiendo en tribunales tras demandas de los padres de la víctimas, quienes reclamaban el pésimo estado del camino como causante de la tragedia. Y hoy, el 3° Juzgado Civil de Concepción -específicamente su juez, Carlos Hidalgo- acogió la demanda presentada por los familiares y ordenó al Estado pagar la suma de 1.394 millones de pesos a los afectados.
Según el dictamen, que ahora deberá ser apelado en la corte de apelaciones penquista, el estado chileno es responsable pues faltó al mantenimiento de la ruta, lo que provocó que el chofer del bus perdiera el control del volante en una curva que no estaba debidamente señalizada. Y tras ello, se precipitó en una cuesta lo que desencadenó la horrible tragedia.