Tendrá nuevo formato. La Copa Libertadores de América se jugará desde el próximo año entre febrero y noviembre, alargando su duración, según las reformas de la Conmebol anunciadas este martes. Una decisión adoptada con el fin de “armonizar los calendarios de competencias con los torneos locales de cada país”, según un comunicado de la organización. Es decir, se pasa de un promedio de 27 semanas a 42 semanas de duración total para la Copa Libertadores, que se jugará de febrero a noviembre, mientras que la Copa Sudamericana se disputará a partir de junio y finalizará en diciembre.
A partir de 2017 los 10 clubes de la Copa Libertadores que no avancen a los octavos de final tendrán la oportunidad de seguir compitiendo en la Copa Sudamericana. Además, los campeones de ambos torneos ganarán cupos directos a la fase de grupos de la siguiente edición de la Copa Libertadores.
Cambios que serán para “potenciar la calidad del fútbol sudamericano e impulsar su desempeño deportivo, esto por medio de una estrategia integral que permita generar y reinvertir más valor en su desarrollo y promueva la sustentabilidad de los clubes y las asociaciones miembro”. Las reformas, que también alcanzan a la Copa Sudamericana, contemplan una modificación en el calendario de ambas competiciones con el propósito de armonizar los calendarios de los torneos locales de cada país con las competencias continentales de clubes.
“Por mucho tiempo los clubes han tenido que elegir entre el campeonato local y los torneos continentales, y eso afecta la calidad de ambas competiciones”, argumentó Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. Según opinó la reforma «permitirá mejorar el desempeño deportivo en los torneos nacionales, proteger a los jugadores y además potenciar la calidad de juego en las copas continentales».
La ampliación de los cupos permitirá que Boca Juniors y River Plate que estaban quedando fuera serán «invitados» a la próxima versión del torneo.