José Mourinho tuvo que ver cómo sus futbolistas caían derrotados desde la tribuna del West Ham, luego de que el árbitro del encuentro decidió expulsarlo en el entretiempo. Según la BBC, el entrenador portugués quiso ingresar al vestuario del juez para recriminarle la cantidad de amonestaciones que sufrió su equipo en la primera mitad.
Esta situación puso al portugués en las gradas junto a los hinchas del West Ham y tras el gol de la victoria de Andy Carroll un reportero gráfico capturó la imagen donde todos festejaban, menos él. El primero en amargar a Mourinho en el primer tiempo había sido el argentino Mauro Zárate.