Es la superstición mayor y muchos quieren romperla. Lo cierto es que es un lugar común el advertir que no se debe tocar el trofeo de una final cuando se ingresa a la cancha. Pero Dimitri Payet, el capitán y mejor jugador de Olympique de Marsella se tuvo fe y realizó la resistida maniobra al momento de entrar a la cancha en Lyon, cuando se jugaba la final de Europa League frente al Atlético de Madrid.
Y ese mito casi siempre se cumple. Por lo mismo, todos aseguran que Payet puede haber sido víctima de esa particular ‘maldición’.
Fue un tres a cero contundente, con dos tantos del futuro jugador de Barcelona, el francés Antoine Griezmann y otro de Gabi para consagrar el tercer título en esta competencia para «los colchoneros» que dirige el argentino Diego Pablo Simeone.
Pero todos están hablando de Payet y la copa… Las tradiciones son para cumplirse.