El equipo profesional de béisbol estadounidense, Medias Rojas de Boston, se unió a la campaña contra el racismo que continúa este jueves en la nación norteña tras el asesinato del afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo.
Mediante un comunicado, el equipo reconoció haber sido testigo de demostraciones racistas en las tribunas de su estadio Fenway Park, y aseguraron que tomarán medidas más rigurosas para terminar con esas expresiones negativas de sus instalaciones.
Además, los patirrojos de Boston advirtieron que en el último año hubo siete reportes de insultos racistas de los aficionados en su estadio, y resaltaron que esas actitudes racistas no solo se dirigen a los jugadores, sino que también les ocurre a los empleados negros que laboran en la sede de Massachusetts (este).
El pasado viernes 5 de junio la fundación de los Medias Rojas de Boston compartió una guía de recursos que describe los materiales educativos y las formas recomendadas para colaborar con movimientos contra el racismo, como el Black Lives Matter.
«Hay consecuencias bien definidas para los aficionados que usan insultos raciales y discursos de odio en nuestro recinto y tenemos cosas que hacer. Este pequeño grupo de aficionados no representa lo que somos, pero son el reflejo de problemas sistemáticos más grandes que debemos atender como organización», informa el comunicado del equipo deportivo.
Tras el asesinato de Floyd las manifestaciones antirracistas se han impulsado en Estados Unidos y el resto del mundo. Varios equipos de diferentes disciplinas deportivas han expresado su apoyo a las campañas contra el racismo y su rechazo a la brutalidad policial.
Cortesía de TeleSUR
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