Diego Armando Maradona anunció que deja su cargo de entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, en respaldo al actual presidente de esa institución, Gabriel Pellegrino, hombre que lo contrató y que tampoco seguirá en funciones.
Maradona, de esta manera, lleva a la práctica un principio muy valorado por los técnicos que se respetan: irse junto con el dirigente que lo trajo.
El próximo sábado habrá elecciones en el club de la ciudad de La Plata, y en esa coyuntura, Pellegrino, principal dirigente en ejercicio, buscaba la unidad de todas las listas. Sin embargo, los candidatos opositores del politizado club de la capital de la provincia de Buenos Aires, desestimaron la unidad, factor que hubiese propiciado la continuidad de Maradona.
De esta manera, las únicas dos opciones electorales para el próximo sábado son Salvador Robustelli y Mariano Cowen, bajándose de la contienda, el oficialismo representado por Pellegrino. Con este panorama y siendo coherente con lo que había expresado, Maradona se desvincula de Gimnasia.
Debe tenerse en cuenta que la inmensa mayoría, por no decir la totalidad, de los sectores ‘gimnasistas’ esperaban la continuidad de Diego. En esto había absoluto consenso.
Empezando por los jugadores, principales actores de esta historia, y receptores directos del mensaje de Diego. Dos de los referentes del plantel, Lucas Litch y Franco Mussis intentaron torcer, sin éxito, la decisión de su entrenador.
Quienes conocen la intimidad de esa institución, afirman que en el momento de comunicar su determinación al plantel, hasta hubo lágrimas de parte del excapitán del seleccionado argentino.
En el público de Gimnasia, revolucionado desde la llegada del ‘Hombre-Leyenda’, también había coincidencia, en cuanto a su continuidad, dado que luego de un comienzo muy difícil, de a poco empezaban a aparecer los resultados.
Finalmente y hablando de las facciones políticas que pujan por el gobierno del club, se entendía que estos sectores también iban a sostener, en cualquier caso, la gestión de Diego como DT.
Sin embargo, no lo pusieron en la balanza a la hora de considerar el concepto de unidad, como condición indispensable para seguir adelante con el proceso encabezado por el ex DT de la selección.
Privó el interés político, o en todo caso, las plataformas electorales hacían que no existiera margen para la unificación de las listas. En política en general (saliendo de lo que es Gimnasia y el ámbito del fútbol) nunca se sabe realmente que tan cerca o lejos se está, cuando se debate el término unidad.
Repasando brevemente la historia y sin irse tan lejos, uno puede encontrar ejemplos de alianzas que fueron verdaderos engendros. Pero volvamos al club de la capital bonaerense. Es claro que Maradona tomó al equipo en un momento dramático, agobiado con el promedio de descenso.
Último entre los tres que pueden perder la categoría, y a 10 puntos del primero que lograba escapar de la zona de caída de divisional. Así lo encontró Diego.
Ocho partidos después la situación no ha cambiado mayormente: son 11 los puntos que lo separan de Rosario Central, que por ahora zafa, pero habiendo experimentado una mejora clara en resultados.
Esto se nota en las tres victorias como visitante, conquistadas por el equipo de Maradona (4-0 vs Newell’s, 4-2 vs G.Cruz y 3-0 vs Aldosivi).
Podía verse la aparición del concepto de equipo, a diferencia de aquellas tres derrotas en fila en el comienzo del trabajo del ‘Diez’. Además, hay que tener en cuenta que en los primeros cinco partidos de la temporada, previos a la llegada de Maradona, el equipo había perdido cuatro compromisos y empatado el restante.
En total, bajo la órbita de ‘Pelusa’, fueron ocho partidos sin empates (tres victorias y cinco derrotas). Ahora ya es anécdota. Más allá de una evolución experimentada, y aunque la situación en los promedios seguía siendo claramente complicada, el objetivo de hacer llegar a diciembre, a un equipo en alza, no podrá tener cumplimiento.
La idea era descontar la mayor cantidad posible de puntos y apuntar a traer un par de refuerzos que aporten un salto de calidad, cosa de la que ya se estaba hablando.
Maradona, que deseaba como nadie volver a trabajar como DT en el fútbol argentino, cosa que no pasaba desde 1995, anuncia que deja el cargo en Gimnasia, aferrado a un concepto de lealtad, que muchos entrenadores ya han puesto en deshuso.
Se va con la única dirigencia de un club argentino que, 24 años después, volvió a confiar en Maradona como DT, aún en el momento más delicado de la institución.
El tiempo nos dirá cuantos días pasan hasta que otro club vuelva a ofrecerle oficialmente el cargo de entrenador a Diego Armando Maradona.
Cortesía de Andrés Sciapichetti Prensa Latina
Te podría interesar
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
