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Cuando todos los demás jugadores argentinos celebraban el talentoso partido donde anotaron seis goles a uno sobre Paraguay, Mascherano dijo lo que todos deberían difundir: Rivalidad y competitividad sana dentro de un partido de fútbol
“Ojalá que la gente entienda que esto es un deporte, el fútbol más allá de ser un negocio es una parte de ocio para la gente, para que puedan divertirse”, declaró el jugador de Barcelona mientras se refería a una competencia ciertamente histórica entre ambos países. El argentino recalcó que “acá no hay guerra, no hay que meter el deporte en el medio de la política, o de situaciones que nos han tocado a nosotros y a ellos”.
“Somos países hermanos, nos tenemos que respetar y ayudar”, fue la frase de bronce con que el futbolista terminó su mensaje, dirigido a quienes no sólo disfrutan el fútbol como deporte, sino también como un espacio de críticas y batallas entre naciones. Las palabras de Mascherano, tal como él lo dice, tienen como fin “dar el ejemplo a los más chicos, porque tienen que crecer sin ese ánimo de violencia”.