Apenas por la mínima diferencia y pese a dominar gran parte del juego, México no pudo con una selección alternativa de Estados Unidos en la final de la Copa Oro.
Desde el primer minuto ambos equipos trataron de hacerse del dominio de la esférica, pero el partido se rompió en media cancha y se hizo vertical y con llegadas a profundidad.
La escuadra mexicana tuvo la primera de peligro a los 15 minutos en un cabezazo de Rogelio Funes Mori, quien se clavó en el área grande y remató con violencia un centro potente. El portero estadounidense se lanzó desde su posición y alcanzó a sacar el balón.
Estados Unidos se mostró con intención de ofender pero tados Unidos, el gigante Concacaf. La oportunidad más clara que tuvieron en una pérdida de balón de Edson Álvarez en la salida, el balón se estrelló en el poste derecho del cancerbero Alfredo Talavera.
Después del error mexicano, los dirigidos por Gerardo El Tata Martino se apoderaron del balón y trabajaron el partido en terreno estadounidense; el equipo azteca tuvo llegadas, colocó centros y hasta soltó varios remates pero el gol no cayó.
Para la segunda mitad, México arrancó con la misma idea de juego y agobió a la zaga estadounidense con al menos dos claras de gol que de milagro no entraron.
El mejor lapso para Estados Unidos ocurrió cerca de los 65 minutos de juego, cuando la escuadra de las barras y las estrellas comenzó a leer las dolencias en defensa de la selección mexicana y se fue apoderando del balón. Talavera se convirtió en el héroe para México al lanzarse y tapar con la espalda un remate con violencia en una carambola dentro del área mexicana.
Hacia el final del duelo, México recompuso su tenencia de balón y trato de emparejar las de peligro, pero el partido ya estaba para cualquiera.
Tras los 90 minutos reglamentarios el gol nunca llegó y el partido de fue al alargue. El primer tiempo extra disminuyó en intensidad producto del desgaste físico y el peligro en ambas áreas también dejó de sentirse.
El marcador se inauguró hasta el minuto 117 a favor de Estados Unidos, cuando el jugador Robinson ganó la posición dentro del área y cabeceó un centro que salió de un tiro libre y mandó a guadar el balón.
Con eso le alcanzó a la selección estadounidense para quedarse con esta edición de la Copa Oro.
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