Murió un futbolista de 15 años en un partido de fútbol

Se sintió indispuesto en el vestuario durante el descanso del partido contra el Fisterra, se desplomó delante de sus compañeros, quedó inconsciente, y falleció poco tiempo después.

Murió un futbolista de 15 años en un partido de fútbol

Autor: Alex Ripne

abdulaye1Otra vez una tragedia dentro de un campo de fútbol. Un jugador de 15 años falleció en la mañana del sábado en el vestuario del campo municipal de Arliña en Muxía. Sucedió durante el descanso del partido entre el equipo anfitrión y el Fisterra, choque correspondiente a la jornada de liga cadete de la Costa. El trágico suceso se produjo sobre las once y cuarto de la mañana. Abdoulaye Fall Seck se había retirado a la caseta, junto con el resto de compañeros. Su equipo perdía por la mínima 0-1. Al llegar al vestuario, su entrenador, Luis Romaní, bromeó con el joven porque llevaba puesta una camiseta térmica, precisamente en una jornada soleada como la de ayer. El joven mediocampista se la quitó y degustaba, como el resto del equipo, una pieza de fruta que el Muxía ofrece siempre a sus jugadores y a los del equipo rival.

Según testigos presenciales, Abdoulaye Fall Seck comentó en un momento dado: «¡Que sudor tengo, que calor!». Instantes después se desplomó en el vestuario y quedó inconsciente. El entrenador ordenó al resto de jugadores que abandonaran el vestuario. Luis Romaní, junto con su segundo, Pesqui, y el entrenador del equipo cadete del Fisterra, Quino, comenzaron con las labores urgentes de reanimación. Lo primero que hicieron fue sacarle la lengua para fuera para que no se ahogara. Pero en Arliña ya habían saltado todas las alarmas. Los compañeros de Abdoulaye gritaban: «¡Axuda, axuda». Inmediatamente se sumaron en las tareas de reanimación el presidente del Muxía, Felipe Vilela, directivos, técnicos… Toda ayuda era poca en aquel momento. El tiempo pasaba y en el terreno de juego y en la grada reinaban la preocupación y la incertidumbre por lo que pudiera estar pasando en aquel vestuario.

De forma paralela fueron alertados el 061, una voluntaria de Protección Civil de Muxía que trabaja en un hospital, compañeros de esta agrupación de voluntarios local y agentes de la Policía Local. También solicitaron la presencia de un helicóptero. Las tareas de reanimación se prolongaron durante algo más de una hora, pero los equipos sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven. El helicóptero había aterrizado en el propio terreno de juego pero, por desgracia, ya no hizo falta su concurso y regresó a su base de Santiago.

Inmediatamente fueron alertados sus padres, que acudieron al campo de Arliña para transmitirles la trágica noticia. Estuvieron poco tiempo en el recinto deportivo. Se marcharon para casa desolados para acompañar a los otros tres hijos que tiene la pareja. El personal del Centro de Atencións ás Emerxencias del 112 Galicia solicitaba la presencia de profesionales del Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emergencias, para asistir a los familiares del menor. Mientras, hasta el recinto municipal de Arliña acudía el forense, que decretó la orden de levantamiento del cadáver sobre las dos y veinte de la tarde rumbo al Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña para serle practicada la autopisa.

En el club muxián aseguraron que Abdoulaye Fall Seck nunca había sufrido síntoma o episodio alguno de lesión o dolencia cardiovascular con anterioridad. Nadie se explicaba ayer que le había podido pasar al joven futbolista muxián. Algunos testigos hablaban ayer de una «morte súbita ou infarto fulminante», aunque las causas no se sabrán hasta que se conozcan los resultados de la autopsia.


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