Entre los deportes amigables con el ambiente existe una modalidad que combina el ejercicio con la ecología de manera armónica, se denomina plogging. En esta actividad los corredores añaden a su indumentaria una bolsa de basura, en una modalidad de trote que mezcla la actividad atlética con conciencia social.
Se trata de una actividad física originada en Suecia que auna la práctica deportiva con el amor por el medio ambiente. Los participantes salen a correr y van recogiendo los desperdicios que se topan por el camino. El término es el resultado de la fusión de la popular palabra inglesa running y de la expresión sueca plocka upp, que significa recoger.
En Europa, esta práctica se ha instaurado en muchos países y en Estados Unidos la moda se extiende entre los que están cansados de ver basura en su ruta. Emily Wright, una plogger residente de Virginia (Estados Unidos), declaró en un artículo a The Washington Post. “No puedo pasar al lado de una botella de plástico y no recogerla. Me parece mal que una persona no sea responsable de su basura”.
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Ventajas del plogging
Los ploggers aseguran que se pueden quemar alrededor de 300 calorías con 30 minutos de práctica, ya que se combina correr con sentadillas, cada vez que se recoge un desperdicio. Incluso, existen recomendaciones para que los atletas logren recoger más basura en menos tiempo y aumentar la efectividad del ejercicio físico.
Esta modalidad se ha extendido también en países como Filipinas y Japón, mientras que en Ámerica Latina es incipiente su práctica.
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Modalidades de plogging
Entre las modalidades que se han derivado de este deporte, se encuentra plogging en bicicleta, patines, carrera y marcha, aunque también lo practican quienes nadan.
La iniciativa se ha extendido a más de 100 países y cada día más de 20.000 personas “corren por el planeta” dedicados también a recoger basura mientras practican deporte.