Los dueños de bares y restaurantes no podrán instalar pantallas de televisión fuera de sus establecimientos durante la Eurocopa de fútbol.
La medida procura incrementar la seguridad del torneo. Las autoridades francesas confían que menos gente se congregue si las pantallas al aire libre están prohibidas.
Francia se encuentra bajo un estado de emergencia desde que los atentados terroristas de noviembre pasado, que dejaron 130 víctimas mortales en una sala de conciertos, las terrazas de bares y restaurantes y en las afueras del Stade de France, el estadio donde el torneo se pondrá en marcha el próximo viernes.
El viceministro de deportes, Thierry Braillard, informó que los «fan zones» son los únicos sitios autorizados para tener pantallas al aire libre. Se da por descontado que la prohibición a los dueños de bares, especialmente en el sur de Francia, donde la gente suele pasar las noches de verano en lugares públicos.
La Eurocopa dará comienzo este viernes sin que el Gobierno galo haya sido capaz de poner fin a las huelgas y protestas que comenzaron ya hace más de dos semanas. «No creo que el movimiento social vaya amplificarse», decía el primer ministro, Manuel Valls, a principios de mes cuestionando la continuidad de protestas que han sacudido especialmente a las refinerías, la compañía nacional de trenes SNCF y a Air France.
La aerolínea mantiene en pie el paro entre el 11 y el 14 de junio y los paros ahora también afectan a las empresas de recogida de basura en París y Marsella.
«Es un tema sobre el que no tenemos ningún control pero que nos preocupa», aseguró esta semana a Le Parisien Jacques Lambert, Presidente del comité de organización de la Eurocopa.
Varios pesos pesados del partido socialista como la Ministra de Medio Ambiente y Energía, Ségolène Royal, o el Ministro de Finanzas, Michel Sapin, han cuestionado la posición de los sindicatos mayoritarios, con la CGT y su secretario general, Philippe Martínez, a la cabeza.