Suzy Favor Hamilton representó con orgullo a Estados Unidos durante tres juegos olímpicos consecutivos -1992,1996 y 2000-. Consiguió para su país hasta siete medallas en los 1.500 metros planos. Bajo el seudónimo de Kelly Luny, consiguió convertirse en una de las mejores acompañantes femeninas.
La vergüenza por esta doble vida que llevaba a espaldas de sus seres queridos le llevó a plantearse el suicidio al salir a la luz pública su historia:
Todo comenzó cuando Suzy, de ahora 47 años, revela que su vida dio un giro coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Sydney-2000, en los que sufrió una mediática caída en la distancia en la que se llevó 7 títulos nacionales.
“En aquella época ya me prostituía alguna vez, y me divertía mucho”, recuerda y eso, unido a su tropiezo sobre la pista, la llevó a cambiar de oficio.
Darse de narices fue como una señal para decir ‘basta’ y hacer algo que “realmente me gustaba y llenaba”.
“Quedé completamente enganchada. Quería más, y me volví adicta al sexo”, asegura. Al parecer ese apetito se vio acentuado por los antidepresivos que tomaba para tratar su bipolaridad.
“Cada vez me gustaba más jugar con fuego. Mi voluntad de ser la mejor en la pista fue reemplazada por mi deseo de ser la mejor en la cama”, asegura en ‘Chica rápida, una vida huyendo de la locura’.
Su marido Mark le recriminó sus ‘escapadas’ iniciales, porque afectaban la relación con su hija, “pero perdí completamente el control: solo quería prostituirme”.
Actualmente Suzy, que en 2000 fue la más rápida del mundo en su prueba, ofrece charlas motivacionales y practica yoga.
Tras recibir tratamiento, ha dejado de ser una chica mala’ y disfruta de la vida familiar.
Con información: Sports/ MDYoutube