El proceso de renovación del fútbol peruano que terminó con la selección incaica en Rusia 2018 tiene como principal responsable al argentino Ricardo Gareca. Y en 2015, el entrenador inició una búsqueda de jugadores y allí dio con Gianluca Lapadula, delantero italiano que en ese entonces era goleador de la Serie B con el Pescara. Claro, su madre era peruana y a los incaicos les urgía un delantero que acompañara a Paolo Guerrero.
El DT viajó hasta Europa para convencer al atacante que ni siquiera hablaba español. De hecho, fue la madre del jugador quien las ofició de traductora. Finalmente, Lapadula rechazó el llamado de Gareca y tiempo más tarde, tras fichar en el Milan, fue convocado al fin a la «Azzurra» para una fecha doble de las Eliminatorias.
«No era justo aceptar el llamado de la selección peruana solo por un chance profesional. Eso es algo que nace del corazón. No iba a ser coherente con mis creencias. Es por eso que preferí la opción de Italia», declaró hace un tiempo el futbolista en una entrevista.
El final de la historia dirá que Perú clasificó a un Mundial después de 36 años, mientras que Italia se lo perderá después de seis décadas. Lapadula tendrá que ver la Copa del Mundo por TV.