Era un entrenamiento normal pero terminó siendo una real tragedia. El ciclista salió a entrenar con un par de amigos y fue asaltado a punta de navaja. El atacante lo golpeó con un bate y después desapareció.
El corredor de 30 años subió a las redes sociales fotos de las heridas provocadas por el asalto y lo acompañó con un duro texto. «Empecé a ir en bicicleta cuando tenía 12 años con toda la despreocupación del mundo. Nunca imaginé que de esta pasión pudiese nacer un oficio, el de corredor. Tampoco me imaginé que en el decurso de mi carrera me encontraría con gente tan mágica. Nunca pensé que ejercer mi oficio fuese, a veces, peligroso. Hoy he sido víctima de una agresión a punta de navaja y con un bate de béisbol cuando me encontraba entrenando con dos amigos», expresó.
El resultado: nariz rota, estado de shock y contusiones por todo el cuerpo, pero más allá de las heridas físicas estoy verdaderamente sorprendido. «No estoy enfadado, tan solo triste de comprobar que este bonito deporte que amo, no quiero que lo practiquen mis hijos porque es demasiado peligroso. Sales por la mañana a entrenar, pero nunca sabes si vas a volver. Estoy triste de constatar que, dentro del país de los Derechos Humanos, los derechos del ciclista son ignorados», dijo el deportista.