El drama fue en España, durante un amistoso entre equipos aficionados. Un árbitro, llamado Daniel García, le salvó la vida a Castillo, delantero del Urgavona, quien luego de un choque de cabezas sufrió convulsiones y estaba asfixiándose con su lengua.
“Transcurría el minuto 78 de partido cuando en la disputa de un balón aéreo, chocaron las cabezas del local Madueño y el visitante Castillo. La violencia del impacto fue brutal, tanto que los dos jugadores cayeron al suelo de manera fulminante”, explica un comunicado que emitió la organización del Trofeo Matías Prats de Villa del Río, donde ocurrió el hecho.
Según cuentan testigos, tras el impacto se escuchaban desesperados gritos de auxilio. De esta manera, aparecieron desde el público dos enfermeras que iniciaron las tareas de reanimación a Castillo. Sin embargo, el héroe de la jornada resultó ser el árbitro, ya que evitó que el futbolista se asfixiara o se cortara la lengua de una mordida, al introducir sus dedos en la boca de la víctima.
«Vi que el jugador estaba convulsionando, con los dientes cerrados. Intenté abrirle la boca en un momento de bloqueo general de los allí presentes», le contó el árbitro a EFE.
«Me quedé mirando al chaval y pensé ‘se nos muere’. Pero me dije ‘no se nos puede ir’. Me agaché e intenté por todos los medios abrirle la boca y sacarle la lengua. Pude meterle las uñas entre los dientes y luego los dedos. Le abrí la boca y afortunadamente ya habían aparecido dos enfermeras», relató García.
El partido fue suspendido después del hecho. Ambos equipos estuvieron de acuerdo con la decisión, ya que el shock había sido muy grande como para seguir.
Castillo fue trasladado en ambulancia a un centro médico cercano. Allí quedó en observación varias horas y durante la madrugada recibió el alta. Actualmente se encuentra haciendo reposo absoluto en su casa y fuera de peligro.