La historia dice que dos de los terroristas que portaban bombas fallecieron en los accesos del Stade de France, justo cuando se juagaba un partido amistoso entre la selección gala y Alemania.
Sin embargo, los días han ido entregando detalles escabrosos. Uno de ellos dice relación con el testimonio de un guardia del recinto, quien señaló que el sujeto intentó ingresar al estadio, 15 minutos antes de iniciar el partido.
Sin embargo, los oficiales notaron algo sospecho en él y le marcaron el alto, en ese momento el terrorista corrió y detonó el chaleco con explosivos que portaba. Una de las explosiones que se escuchó en plena transmisión internacional del partido.