Se dice que la violencia en el deporte más terrible es la que se produce en los estadios pero a veces, el enfrentamiento se produce en un encuentro de categoría cadete y allí es cuando más llama al cuestionamiento de qué valores se entregan a los futuros profesionales.
Esto sucedió en España y los protagonistas son los padres de dos futbolistas quienes en medio del duelo entre el C.D. Tenerife y el C.D. Laguna, que dejó unas imágenes bochornosas que obligaban al árbitro a interrumpir el choque después de que varios jugadores saltaran la valla y se vieran involucrados en un incidente penoso.
La pelea comenzaba, curiosamente, después de un lance sobre el terreno de juego que los protagonistas terminaban zanjando con un amigable abrazo. Deportividad que, sin embargo, se echaba en falta en las gradas porque los padres de dos jugadores se encaraban y poco después comenzaban a agredirse. La rápida intervención de otros espectadores que solo querían disfrutar viendo a sus hijos jugar al fútbol evitaba males mayores, aunque el partido tenía que ser interrumpido varios minutos porque varios jugad0res saltaban la valla para dirigirse al escenario de la contienda.