Se jugaba un duelo por la Copa de Francia entre Concarneau y el Chateaubriant Voltiguers y terminó en escándalo porque un delantero no encontró mejor afrenta que humillar al cuadro rival de la manera menos esperada.
Se trata del atacante Herman Koré, jugador del Concarneau, quien anotó de una manera singular que provocó la ira del equipo contrario.
Chateaubriant Voltiguers perdía por la mínima diferencia y en busca del gol del empate se fueron todos los jugadores al área incluyendo a su portero en donde terminaron sorprendidos con un contragolpe. Allí, Koré aprovechó su oportunidad, eludiendo a varios rivales, incluyendo al arquero y se fue solo en demanda del arco.
Pero cuando estuvo en la raya de sentencia apeló al gol de barrio. El atacante se agachó y empujó el balón mansamente con la cabeza para sellar el 2-0 en un gesto que los rivales tomaron muy mal
Solo la intervención del árbitro y de sus compañeros lo salvaron de una golpiza por parte de sus rivales.