Lionel Messi tuvo un gran gesto con su compañero Luis Suárez en el partido que el Barcelona golea por 5-1 al Celta de Vigo en el Camp Nou.
Messi recibió una falta dentro del área y el árbitro no dudó en pitar el penal. «La Pulga» tomó el balón para lanzarlo, pero hizo algo que sorprendió a todo el mundo.
El argentino se detuvo, tocó el balón a un lado y llegó puntual a la cita Luis Suárez para vencer al guardameta Sergio Álvarez con la derecha.
Con ello, Messi se negó a anotar de penal su gol 300 y le cedió la anotación a Suárez para que éste firmara su triplete en el partido y llegara a 23 tantos en la Liga española.