Es uno de los partidos clásicos continentales y el que más quieren jugar los futbolistas uuguayos, incluso en las series menores.
Algo que se puede apreciar en la pequeña hazaña del arquero de la Sub 14 del equipo tricolor, Guillermo Centurión, quien le anotó un golazo en el clásico juvenil.
Tras el 1-1 en los 90 minutos de las semifinales del Campeonato Uruguayo de séptima división, el «Bolso» se puso 2-1 en el alargue y obligó a que todos los jugadores de Peñarol, menos su guardameta, vayan a cabecear un tiro de esquina.
Y allí apareció su majestad el contragolpe propiciado por el propio portero, quien en el último minuto del tiempo complementario, Centurión descolgó el centro, salió con pelota dominada, eludió al rival y marcó el 3-1 con el que su equipo forzó un tercer partido. Un ejemplo de cómo propiciar un contragolpe más que efectivo.