Fue en el partido donde Middlesbrough se enfrentaba a Queens Park Rangers por la Championship. Justo en medio de la brega, un hincha del equipo local salto al campo y le robó el botellín de agua a Alex Smithies, guardameta del Queens Park Rangers. Posteriormente orinó en el recipiente, y lo volvió a lanzar al campo.
A pesar de la victoria de Queens Park Rangers por 0-3, la imagen del hincha es la que quedó en los medios de comunicación ingleses y se viralizó por el mundo.
Lo más probable es que exista una sanción contra el fanático que ya fue arrestado por la policía, uno que no podrá ingresar nunca más a un estadio de fútbol.