Todos parecía normal: un día más de béisbol en las Grandes Ligas y equipos disputándose en los encuentros para poder seguir escalando posiciones en cada una de sus divisiones y empezar a demostrar quiénes son los candidatos y los que tendrán que esperar un par de años más para competir.
Pero todo eso cambió en dos estadios alrededor de los Estados Unidos. En el Coors Field de la ciudad de Colorado, en el partido entre los Padres de San Diego y los Rockies de Colorado, el lanzador venezolano Luis Perdomo lanzó una recta a 96 millas por hora al tercera base Nolan Arenado, cosa que disgustó al pelotero, que intentó agredir al lanzador contrario.
Varios fueron los jugadores que salieron expulsados de esa situación, en la que por varios pelotazos consecutivos, llegó a la conclusión de la pelea entre Arenado y Perdomo, en un encuentro que ganaría Colorado, por pizarra final de 5×3.
Mientras, la misma noche, en el mítico Fenway Park de la ciudad de Boston, Yankees y Boston revivían sus rivalidad en la forma que todos los aficionados la recuerdan: con una pelea entre Tyler Austin y Joe Kelly.
Kelly le hizo un lanzamiento que pegó en la humanidad de Austin, cosa que no le gustó y salió corriendo hacia el montículo para enfrentarse al lanzador derecho del equipo local, todo esto bajo la lupa de los directivos de la Major League Baseball, que tomaron las medidas reglamentarias con cada uno de los jugadores. Todos fueron suspendidos por un partido para demostrar y hacer respetar las reglas del béisbol.
En este partido los Yankees de Nueva York se llevaron el triunfo sobre los Medias Rojas de Boston por pizarra final de 10×7, teniendo al dominicano Gary Sánchez como principal pieza ofensiva, conectado 2 cuadrangulares y remolcando 5 carreras.
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