Cuatro años en el club, 140 goles y un sello que será difícil de igualar. En su despedida del París Saint-Germain, Zlatan Ibrahimovic ha vuelto a dejar patente que nadie mejor que él mismo, sabe apreciar sus cualidades. Con dos goles en el partido ante Marsella, el jugador se despidió de París haciendo ingresar a sus hijos con camisetas que decían «King» y «Legend» para graficar la sensación con que deja el club.
“Llegué como un rey, me voy como una leyenda”. Este es uno de los tuits con los que el futbolista sueco ha anunciado su marcha del club parisino tras cuatro temporadas llenas de gloria.
Zlatan llegó a París en 2012 procedente del Milan y se convirtió en un emblema. Consiguió cuatro ligas (2013, 2014, 2015 y 2016), dos Copas de la Liga (2015 y 2016) y una Copa de Francia (2015). Por si esto fuera poco, es el máximo goleador de la historia del club.
La carrera de este enorme delantero comenzó en 1996 en un club de Malmoe, su ciudad natal y, tras ser buscado por varios de los principales equipos del continente, en 2001 llegó al Ajax de Amsterdam, donde tras una temporada de adaptación triunfó de la mano del entrenador, Ronald Koeman.
De Holanda se fue peleado con el local Rafael Van der Vaart y, tras lograr dos ligas, decidió armar las valijas y pasar a la Juventus. Allí también se fue con un conflicto ya que debió dejar el equipo después del descenso a segunda división.
Su entrenador en PSG, Laurent Blanc, no tiene más que palabras de agradecimiento para Ibra.
“Sobre todo lo que recordaré de él es su espírito competitivo. Nunca había visto nada parecido. Obivamente es un gran jugador y un competidor nato. Cada día estaba aquí, siempre quiere ganar, preparse al máximo, jugar cada partido… Tiene una gran personalidad.”
“Creo que con el conocimiento de fútbol que tiene podría desarrollar un papel más decidiso para el club. Incluso hacer mi trabajo”, ha afirmado el técnico francés.
Ibrahimovic lo es todo en el club: máximo goleador y líder dentro y fuera del campo. Además esta misma semana fue escogido mejor jugador de la liga francesa. A sus 34 años, los Estados Unidos suena como el próximo destino de un gran jugador al que, sin embargo, le falta la Liga de Campeones en sus vitrinas.