Activistas de Washington DC desplegaron hoy pancartas dentro del edificio Ronald Reagan y del Centro de Comercio Internacional, frente a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), exigiendo que USAID rompa sus lazos con el controvertido proyecto de la represa de Agua Zarca en Honduras.
El jueves 3 de marzo de este año la reconocida activista indígena medioambiental de Honduras, Berta Cáceres, quien lideró a su comunidad Lenca en contra de la construcción de la represa hidroeléctrica en el río Gualcarque, fue asesinada en su propia casa. Berta había recibido el Premio Goldman en 2015 –el premio más importante del activismo medioambiental– en ese mismo edificio, Ronald Reagan, en abril del año pasado.
Los dos residentes de Washington DC, Jake Dacks y Nico Udu-gama, escalaron por una instalación artística en el atrio del edificio y desplegaron dos pancartas donde se leía: »USAID, deja de financiar los asesinatos en Honduras» y »Berta Cáceres, ¡Presente!». Además, leyeron los reclamos de la organización indígena a la que pertenecía Berta, COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), que incluían el cese de las colaboraciones de USAID con la compañía de la hidroeléctrica DESA-Agua Zarca, la que ha sido denunciada durante años por los movimientos sociales en Honduras por el uso de violencia paramilitar para matar, amenazar y desplazar al pueblo Lenca con el fin de construir represas a lo largo del río.
»Nosotros nos alzamos en solidaridad con nuestra querida camarada Berta y con el pueblo Lenca y todas y todos los hondureños que están resistiendo valientemente los desplazamientos dentro de su territorio», dijo el activista Jake Dacks. »Si USAID es serio respecto a involucrar a las comunidades en el desarrollo, debería escuchar al pueblo Lenca y detener inmediatamente el proyecto hidroeléctrico DESA-Agua Zarca».
Después del golpe de Estado de 2009 en Honduras, el Departamento de Estado de EE.UU. continuó financiando proyectos a través de su rama de desarrollo, USAID, a pesar de la sangrienta represión a los movimientos sociales en Honduras, los que denunciaban las concesiones de tierra y minas dadas a compañías hondureñas y a transnacionales sin consultar a las comunidades. Estados Unidos continúa entrenando a la Policía y al Ejército hondureño a través de instituciones como la Escuela de las Américas, a pesar de que tienen un probado historial de silenciar a la disidencia.
COPINH continúa demandando que los autores intelectuales y materiales del asesinato de Berta Cáceres sean llevados frente a la justicia.
Los dos activistas fueron detenidos por los Servicios de Protección Federal y llevados a la Policía Metropolitana. Para más información visite www.bertacaceres.org
Contacto: Jake Dack, [email protected].
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